martes, 3 de mayo de 2016


Historia Personal

Soy Rafael Rivas, nací en Mérida, el 18 de julio de 1991. Mi madre es colombiana y mi padre venezolano. Desde antes de ingresar al pre-escolar me gustaba pintar y dibujar, lo que me hizo más fácil el paso por esta primera etapa de la educación. A los 5 años obtuve un reconocimiento por pintura, lo cual me motivó a seguir explorando mi parte artística. Recuerdo bien que cada tarde mi mamá se sentaba a mi lado para ayudarme con las tareas, y si hacía todo de manera correcta me daba un incentivo, que casi siempre yo escogía, por lo general decidía salir o ver televisión. 
 
Al comenzar mis estudios de primaria se me dificultaba escribir de manera clara, pues mi caligrafía tampoco era la mejor y mis maestras no entendían lo que decía en los exámenes y en los cuadernos de actividades, de igual manera la matemática no me gustó, pues sentía que los números eran muy aburridos, lo único que recuerdo que de verdad me llamaba la atención de esta materia, era las actividades que se realizaban con el programa de matemática divertida, pues me resultaba muy entretenido. Las actividades en grupo y las exposiciones me daban miedo, porque era bastante introvertido y sentía temor de que se burlaran de mí por equivocarme en algo, pero esto no me impidió hacer amigos que conservo actualmente. 
 
A los 10 años, cuando estaba en 5to grado, mi papá observó que cada vez que escuchábamos música en su carro yo llevaba el ritmo de la batería que sonaba en la canción, así que me propuso que estudiara música si quería hacerlo, entonces ingresé a una escuela de música del Estado y estudié batería allí por dos años, siendo galardonado con premios estatales como músico. 
 
Cuando ingresé a primer año me di cuenta de que quería incursionar en el mundo artístico y de esta manera tal vez superar la agorafobia que sentía, así que decidí entrar al grupo de teatro de mi colegio, Fe y Alegría, y desde ese momento comencé un camino por el que he transitado hasta el día de hoy y me ha llenado de grandes satisfacciones. Mi miedo escénico fue superado por completo, ahora soy más participativo en las actividades y me gusta compartir con personas nuevas. 
 
Paralelo al teatro, comencé a mejorar mi caligrafía, pues empecé a escribir guiones para obras de teatro y de esta manera me interesé por la escritura, apoyado en todo momento por mi profesora de castellano. 
 
Casi al finalizar mi educación técnica, tuve la oportunidad de realizar mi proceso de pasantías en una empresa del Estado, lo cual me lleno de muchas satisfacciones, pues al terminar mis pasantías seguí trabajando en ese lugar, mientras esperaba ingresar a la universidad por la carrera de Ciencias Políticas en la modalidad de OPSU. 
 
Comencé mis estudios en la Universidad de Los Andes y en ese momento dejé de trabajar, pero continué haciendo teatro, participando en diferentes festivales a nivel estatal y nacional. Mi experiencia en esa carrera me dejó grandes aprendizajes, pues muchas de las cosas que allí aprendí ahora me han ayudado en Educación Básica. 

Dejé la carrera de ciencias políticas cuando llevaba dos años estudiando allí, pues sentí que realmente no era lo que me gustaba, y ya que tenía la oportunidad de estudiar educación decidí continuar en esta carrera. Al comenzar en la carrera de educación, imaginé poco a poco la clase de docente que quería ser, un docente preparado y que aporte cosas nuevas a la educación. 
 
Al mismo tiempo que estudiaba educación, también comencé a estudiar italiano en Fundaidiomas, un curso que me dejó grades satisfacciones, pues me sirvió de gran ayuda en viajes y otras actividades, al finalizar el curso sentí gran emoción y también conservo amistades de esa etapa de mi vida.

Actualmente, continuo estudiando educación, haciendo teatro, escribiendo en mis ratos libres, y trabajo como asistente de la misma profesora que me ayudo a superar mis problemas de escritura.

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